La palabra conjuntivitis puede sonar muy preocupante, pero es un frecuente problema del ojo, generalmente fácil de tratar y, con precauciones simples, puede incluso evitarse en la mayoría de los casos.
Cualquier persona puede contraer conjuntivitis, sin embargo, gente que se encuentra en condiciones de hacinamiento (o sea, en un entorno pequeño, rodeado por muchas personas en cercanía) tienen mayores probabilidades de verse afectados. Ello debido a que los distintos tipos contagiosos de conjuntivitis pueden transmitirse en condiciones de cercanía, tal como la que se da en un salón, casa o grupo de trabajo.
A continuación, presentamos algunos datos importantes que deben conocerse sobre esta enfermedad.
Conjuntivitis se define como la inflamación de la conjuntiva, la membrana mucosa que cubre la cara posterior de los parpados y la parte anterior del globo ocular.
La conjuntiva es una capa que, a pesar de ser transparente, contiene vasos sanguíneos que recubren la esclerótica, la parte blanca del ojo.
Cualquier factor que desencadene una reacción inflamatoria, causará la dilatación de los vasos sanguíneos de la conjuntiva. que la parte blanca del ojo adquiera un color rosado o rojizo y una apariencia inyectada de sangre.
La conjuntivitis es una condición con distintas posibles causas. Al poder ocurrir como consecuencia de cualquier situación que produzca inflamación en la conjuntiva, ésta puede tener un origen viral, bacteriano, alérgico, químico o mecánico.
La conjuntivitis viral es causada por distintos virus, similarmente a como ocurre con el resfriado común. Esta forma de conjuntivitis es más frecuente en los meses de abril a noviembre. Ésta forma de conjuntivitis es extremadamente contagiosa por el contacto con otras personas con conjuntivitis. En otros casos, la aparición de síntomas de conjuntivitis viral ocurre durante o después de cuadros de faringitis o resfriado común. En casos de conjuntivitis viral, las personas no suelen presentar secreción amarillenta o verdosa en los ojos y no amanecen con la sensación de tener los párpados pegados. Los cuadros de conjuntivitis viral suelen durar solamente pocos días (como máximo de 7 a 10 días) y luego desaparecer sin necesidad de tratamiento antibiótico. La mayor parte de casos de conjuntivitis de origen infeccioso son producidos por virus.
La conjuntivitis, de igual manera, puede ser producida por distintas bacterias. En la mayoría de las ocasiones, las personas con conjuntivitis bacteriana presentan secreciones amarillentas o verdosas en los ojos y amanecen con la sensación de tener los párpados pegados. En casos de conjuntivitis bacteriana, la severidad con que la enfermedad se presenta suele variar dependiendo del tipo de bacteria que la esté causando, sin embargo teniendo el factor común de poder producir complicaciones oculares a corto y largo plazo al no ser tratados. El tratamiento en casos de conjuntivitis bacteriana siempre requiere del uso de antibióticos.
La conjuntivitis alérgica es causada por la exposición a polvo, polen, caspa animal u otros objetos que puedan producir reacciones alérgicas respiratorias. Esta suele desarrollarse en estaciones específicas del año en que el agente causante de la alergia se encuentre en el ambiente. En casos con conjuntivitis alérgica las personas presentan picazón excesiva y no suelen presentar dolor en los ojos, secreciones verdes o amarillentas o sensación de párpados pegados al despertar. Los casos de conjuntivitis alérgica suelen ser relativamente leves. A pesar de ello, existen formas severas, menos frecuentes de conjuntivitis alérgica, las cuales requieren de mayores cuidados para no producir complicaciones.
En casos de conjuntivitis química, las personas afectadas suelen haberse expuesto recientemente a contaminantes ambientales como humo excesivo de cigarro o de vehículos, o haber manejado químicos, maquillaje, medicamentos u otras sustancias irritantes que hayan entrado en contacto con sus ojos o con sus manos y luego sus ojos. La duración y síntomas producidos por esta clase de conjuntivitis suelen depender del químico al que la persona se haya expuesto.
Además de las causas anteriores, conjuntivitis puede tener causas mecánicas, como la presencia de pestañas u otros objetos extraños en el ojo o el haber tenido contacto excesivo con los ojos (como ocurre luego que estos hayan sido rascados fuerte o frecuentemente). La severidad y presentación de estos casos varía dependiendo de su causa específica.
En personas que utilizan lentes de contacto, conjuntivitis puede producirse por el contacto de los lentes o las manos con los ojos, por causas infecciosas o por la acumulación de materiales normalmente producidos por los ojos, o toxinas expulsadas por las bacterias normales que habitan la piel.
En casos de conjuntivitis infecciosa, o sea aquella producida por virus o bacterias, ambos ojos suelen encontrarse afectados, mientras que, en casos de conjuntivitis no infecciosa, como la producida por químicos, alergias o causas mecánicas, uno o ambos ojos pueden verse afectados.
Signos de alarma:
En adición a los síntomas mencionados, existen distintas alteraciones que pueden indicar la existencia de un cuadro de conjuntivitis severo o que se encuentre acompañado de alteraciones en otras partes del ojo. Entre estos se encuentran:
En caso presente cualquiera de estas alteraciones, es extremadamente importante indicárselo a su médico para que pueda determinar cuál tratamiento es más adecuado para usted.
La causa de conjuntivitis puede ser determinada por la información que el paciente proporcionaba a su médico sobre la duración de sus síntomas, las molestias que presenta y si se expuso a alguna situación que pudo producir las molestias. Esta información se complementa con un examen de ambos ojos y párpados que permite al médico determinar las características del cuadro.
El diagnóstico de conjuntivitis se confirma por la existencia de los síntomas y alteraciones en el examen físico propios de la enfermedad. Ambas cosas, de igual manera, permiten saber el factor que pudo haber originado la conjuntivitis y, por tanto, el tratamiento apropiado que se indicará.
En algunas ocasiones es posible que el médico necesite realizar exámenes de laboratorio como toma de muestras para cultivos bacterianos, análisis en microscopio o pruebas para la existencia de virus. Estos exámenes, sin embargo, no son necesarios en la mayor parte de casos.
En general, el tratamiento que el médico recomendará dependerá de la causa sospechada del cuadro de conjuntivitis, así como de la severidad de los síntomas y hallazgos que haya encontrado.
Conjuntivitis viral: En conjuntivitis virales, el tratamiento por antivirales no suele ser indicado. Debido al hecho que estas infecciones suelan desaparecer por si solas en un periodo corto de tiempo, los tratamientos indicados suelen recomendarse con el objetivo de reducir los síntomas y signos de inflamación corneal. Entre estos medicamentos puede incluirse antialérgicos en gotas o gotas lubricantes. De igual manera, algunos remedios caseros como la aplicación de paños mojados fríos o calientes sobre los ojos pueden reducir los síntomas presentados. Es importante que estos paños se encuentren limpios antes de ser aplicados, y que no sean compartidos por otros para evitar contagio. Es posible que el médico suspenda a la persona de sus actividades laborales o académicas por un tiempo determinado, para evitar el contagio a otras personas.
Conjuntivitis bacteriana: Como mencionado anteriormente, el tratamiento de esta requiere del uso de antibióticos, por lo que, si el médico sospecha que esta exista, indicará el uso de antibióticos en gotas o ungüentos para los ojos. El tratamiento suele disminuir significantemente los síntomas luego de 1 a 2 días de uso. Es importante que toda persona diagnosticada con conjuntivitis bacteriana utilice el tratamiento antibiótico en los horarios y cantidades indicados por su médico, para que la infección pueda ser eliminada y se disminuya el riesgo de infección por bacterias resistentes a antibióticos.
Conjuntivitis alérgica: Similarmente a lo ocurrido en conjuntivitis viral, los medicamentos recomendados en conjuntivitis alérgica tienen el objetivo de ayudar a disminuir los síntomas de la condición, ya que la única cura definitiva es evitar el agente que haya producido la reacción alérgica o removerlo del ambiente. Una vez no exista exposición al alérgeno, los síntomas de conjuntivitis desaparecen en por si solos en pocos días. Entre los medicamentos recomendados en estos casos se incluyen antihistamínicos y gotas lubricantes. Algunas veces es necesario comenzar este tratamiento antes de que comience la temporada en que el alérgeno suele aparecer.
Conjuntivitis química y mecánica: El tratamiento de estos casos suele ser similar al tratamiento recomendado para conjuntivitis alérgica, ya que las tres formas de conjuntivitis suelen resolverse rápidamente por si solas una vez el agente causante haya sido removido. En casos de conjuntivitis química por exposición a irritantes, es posible que sea necesario lavar el ojo con agua estéril inmediatamente luego del contacto, para evitar que los síntomas empeoren o que haya complicaciones. En ambos casos, el único tipo de medicamento que suele ser recomendado es gotas lubricantes para los ojos.
Es importante recalcar que todo paciente debe procurar no utilizar ninguna clase de medicamento tomado o gotas de ojos sin la indicación previa de su médico. Es posible que los componentes de estos incluyan compuestos que pueden ser dañinos para el ojo al utilizarse en condiciones para las que no están indicados. De igual manera, el uso de antibióticos incorrectos o en forma innecesaria puede producir resistencia en las bacterias causantes en casos de conjuntivitis bacteriana, o el desarrollo de infecciones por bacterias resistentes a antibióticos en personas con conjuntivitis no producida por bacterias.
En caso presente síntomas de conjuntivitis, es importante que consulte lo más pronto posible con un oftalmólogo para confirmar el diagnóstico y recibir tratamiento. Esto es de principal importancia en caso presente alguno de los signos de alarma mencionados anteriormente.
Es importante que toda persona que utilice lentes de contacto suspenda su uso por un periodo según indicado por su médico para evitar empeorar los síntomas de inflamación o infección. En casos de conjuntivitis infecciosa, puede ser necesario desechar los lentes de contacto usados antes de la infección y cambiarlos por lentes nuevos, en caso su médico lo recomiende.
Para evitar el desarrollo de conjuntivitis o disminuir sus síntomas es necesario, así mismo, tomar otras precauciones incluyendo:
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